La carrera
El animal galopa con gracia y elegancia; es el favorito del Gran Premio
Nacional. El jinete no lo monta, lo sobrevuela y la tribuna ruge. El caballo es
hijo de un padrillo famoso y multipremiado en todo el mundo. El jinete es un
veterano jockey de 53 años y adora a este animal que es toda su familia.
Ambos avanzan por afuera, con la convicción que da la sangre pura. El jinete no toca la fusta; apenas
acompaña la respiración, los latidos del corazón al ritmo de la carrera.
Pronto el favorito arremete en un último esfuerzo; quedan pocos metros
para el disco, cuando el destino se cruza en forma de sombra sobre la pista. Se
asusta, calcula mal y rueda entre sus propias patas, quebrándose una mano. El
jinete de espaldas, queda golpeado pero a salvo y ve pasar a los caballos hacia
la meta final. Se pone de pie llorando, es un pequeño gladiador que llora.
Gruesas lágrimas ruedan por la chaquetilla, el sabe lo que le espera al
campeón. Se abraza al cogote del animal y le dice bajito: - no te preocupes,
adonde vas no hay sombra ni hay olvido -.
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